Molino de la Tapada

575,00 (incluido IVA)


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Título de la obra:Molino de la Tapada
Edición limitada:Si
Tirada:25 impresiones
Numerada:Si
C. de autenticidad:Si. Con certificado de autenticidad.
Técnica:Fotografía Digital
Soporte:Papel Baritado Fine Art
Dimensiones:60 x 40 cm
Marco:No
Año:2016
Disponible:Si
Empaquetado:Enrollado en un tubo
Exposiciones:"Descubriendo los molinos del Guadaíra"
En la colección de:Eurostars Hoteles

El Molino

Molino de la Tapada o del Batán

El molino de la Tapada se encuentra en el margen izquierdo del río, cercano al puente de Carlos III y al casco histórico de la ciudad. Es uno de los más singulares ejemplos de la arquitectura molinera alcalareña.

Es un molino de arroyo. El agua que movía su mecanismo procedía de la llamada Fuente del Piojo de debajo del cero conocido como “El Calvario”, en el que se encuentra la ermita de San Roque.

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Respecto a la denominación de “La Tapada”, se halla ya plenamente asentada a comienzos del s. XIX, cuando Leandro José de Flores la achaca a una leyenda popular sobre la presencia en una cueva de las inmediaciones de una mujer penitente, siendo este el suceso novelado pocos años más tarde por José María Gutiérrez de Alba.

Las fuentes documentales conservadas hacen frecuente referencia a la “Huerta de La Tapada”, que se hallaría en sus inmediaciones, de la que por testimonios gráficos sabemos que se hallaba tapiada y que se extendería entre el puente de Carlos III, el río y el camino de Utrera hasta los límites de la “Huerta del Algarrobo”.

Las primeras noticias de este molino datan del siglo XVI siendo propiedad de don Fernando Afán de Rivera, duque de Alcalá. Sabemos que junto con otras propiedades de la familia pasaría a formar parte de la dotación hecha en 1649 del Convento de San Juan de Dios, fundación alcalareña de los Afán de Ribera. A partir de este momento, aunque con diferentes arrendadores, la propiedad del molino se mantendría en el seno de la congregación alcalareña hasta el primer tercio del s. XIX, en que las alteraciones políticas (invasión francesa, Trienio Constitucional y desamortizaciones) terminarían por suponer la pérdida de esta propiedad, en paralelo a la definitiva ruina del molino. Todavía hoy tras su restauración conserva prueba heráldica de sus dueños, tres barras transversales, el escudo de los Riveras.

El molino se compone de dos plantas y una azotea transitable. En la planta inferior se situaban las piedras de molienda y en la planta superior se utilizaría como almacén y ocasional vivienda del molinero. La zona exterior orientada al río se hallaba protegida con un murete que aislaba parcialmente la entrada en época de crecida.

Al igual que el molino del Algarrobo, este molino ha sido sometido a un importante proceso de restauración que ha permitido recuperar el aspecto original del edificio. Aquí se desarrolla parte de la obra del conocido escritor alcalareño Gutiérrez de Alba, “La Tapada”.

Texto reproducido con permiso de la Oficina de Turismo de Alcalá de Guadaíra