El estreno fue accidentado ya que para llegar a la playa hay unas bandas sobredimensionadas que rozaban. Pasar por ellos se convirtió en una pesadilla hasta el punto de tener que bajarme de la moto en algunos de ellos para poder seguir. Incomodo pero al final llegué a la playa y recogí agua del Atlántico para llevarla conmigo a Gijón en mi Ruta de la Plata.
En la definición que hacía en la descripción de esta sección decía que me atribuían un gen agresivo que me empujaba a estar en continuo movimiento. Por ello he decidido bautizar a mi Honda CB500X con el nombre de tuareg en referencia al carácter nómada y autosuficiente de este pueblo bereber.
Espero que me acompañéis en mis viajes siguiendo este blog o en mis redes sociales.